MARÍA: MUJERES EN EL MUNDO LABORAL.

Como todos sabéis, el sexo femenino ha sido considerado durante toda la historia el sexo débil encargado exclusivamente al cuidado y a limpiar la casa. Hoy, a un mes del Día Internacional de la mujer trabajadora, intervengo en el blog para hacer una denuncia social de la desigualdad que aún existe en pleno siglo XXI en el mundo laboral  entre ambos sexos.

Las mujeres de todo el mundo han sido infravaloradas y nunca han tenido voto en nuestra sociedad hasta que en plena Revolución industrial (los primeros países en introducirse en esta revolución) junto a las primeras manifestaciones sufragistas las mujeres se introdujeron en el mundo laboral, pero aquellas mujeres que conseguían un trabajo no eran tratadas igual que el sexo opuesto sino que tenían unas condiciones deplorables, unas jornadas laborales extensas y cobraban muy poco. Debido a esta situación se dieron varias manifestaciones por la lucha de los derechos igualitarios laborales para ambos sexos.

A principios del siglo XIX, por culpa de los numerosos conflictos bélicos (la Primera guerra civil y la Segunda), los hombres tuvieron que ir a la guerra y por lo tanto las mujeres ocuparon los puestos en las fábricas para hacer que la economía de los países no se derrumbara. Así, ellas demostraron que podían hacer lo mismo que el sexo contrario. De este momento nació el grito “we can do it” (nosotras podemos hacerlo).

Con el paso del tiempo gracias a las numerosas manifestaciones los derechos laborales para la mujer han ido mejorando pero la desigualdad sigue existiendo en en nuestras sociedad, por ejemplo existe lo que se denomina como “techo de cristal”. Es una metáfora para explicar la situación desigualitaria que existe pero nadie quiere admitir, cosas como que a las mujeres se les prefiera en un puesto de trabajo si no planean ser madre en un futuro, que cobre un sueldo más bajo que un hombre estando en el mismo puesto de trabajo, según los datos de las Naciones Unidas “menos de una tercera parte de los puestos directivos están ocupados por mujeres”. Todas esas desigualdades se dan en países desarrollados, pero en los países donde las condiciones de vida son peores y los trabajadores sufre una gran explotación, las mujeres trabajadoras no cuentan con casi ningún derecho laboral.

Afortunadamente, los gobiernos de algunos países están desarrollando nuevas leyes y medidas por la igualdad de género.  

La desigualdad laboral es uno de los grandes retos de la sociedad actual.

María López