NOEMÍ: LAS NUEVAS MAFIAS DE LA MADERA

 


Bosques. Lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de ecología, cambio climático o cualquier tópico relacionado con ellos. Hoy expondré cómo nosotros y nosotras, los seres humanos, destruimos estos lugares mediante su tala y monopolización ilegales.


Lo hacemos con el fin de poder decorar con plantas o maderas exóticas jardines o casas. Estos materiales, provenientes de Brasil, Camerún o la República Democrática del Congo entran por los puertos españoles (Valencia, Algeciras o Galicia) de forma ilegal. Las autoridades no sancionan ni ponen fin a esta práctica, no es su prioridad. Esto provoca la continuación de la destrucción de los ecosistemas, la pobreza de las personas a quienes les arrebatan sus bosques y el ingreso de dinero en negro a quienes controlan el negocio.


Los escalones más bajos del negocio son quienes contactan al comprador y vendedor y  controlan los puertos. En Perú son llamados despachadores. En el mismo país, la mayoría de la madera proviene del Amazonas. Según el diario EL MUNDO, “desde 2014, Brasil pierde 1,62 millones de hectáreas de selva al año. Al gigante sudamericano le siguen Bolivia, con 180.000, y Perú, con 140.000 hectáreas.”. La INTERPOL estima que esta práctica mueve más de 100.000 millones de euros anuales.


El tráfico ilegal de la madera conlleva gran parte de su comercio general y, advierten desde la asociación Greenpeace, “el tráfico de madera genera más pobreza que el de armas, drogas y personas” y amenaza con una destrucción masiva de los bosques en el planeta.


Dicho esto, podréis imaginar que existen organizaciones criminales que se dedican a esto. Lo hacen porque las penas para estos delitos son menores que por otros “negocios” como drogas y armas. Además, cada día sacan más dinero. Sabiendo esto, es normal que cada vez el número de delitos de este tipo sea mayor: hay más beneficio que riesgo.


Humberto Quiroga (teniente jefe de la sección del Seprona de la Guardia Civil de Barcelona) dio las siguientes declaraciones sobre el tema al periódico EL MUNDO, "el delito que más dinero mueve, tras las drogas y las armas, es el relacionado con la flora, la fauna y las emisiones ilegales a la atmósfera. Y, en ese grupo, la madera, junto al tráfico ilegal de fauna, está en cabeza”. En algunas regiones del país ya se están tomando cartas en el asunto del tráfico ilegal de la madera bien sea mediante los cuerpos de seguridad o políticas medioambientales.


Personalmente, me ha impactado la poca visibilidad que se le da a algo tan grave, pues no es mencionado en los medios de comunicación. Lo que esta práctica trae no es nada más que pobreza, destrucción y crimen organizado, así que espero que se sigan tomando medidas contra ella hasta que ya no haya que redactar artículos como este para dar a conocer el problema e instar a las autoridades a actuar.

Y tú, ¿cuál es tu opinión sobre el tema?

Noemí Simón Lucía



FUENTE: https://www.elmundo.es/cataluna/2020/02/23/5e5121e021efa0b3428b457e.html 



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